Entonces comprendí cuál es la función de esos aparatos: ser presente, presente simple y presente continuo, una manera, como cualquier otra, de seguir siendo jóvenes... o al menos, de parecerlo.
viernes, 18 de diciembre de 2015
Presente continuo
Entonces comprendí cuál es la función de esos aparatos: ser presente, presente simple y presente continuo, una manera, como cualquier otra, de seguir siendo jóvenes... o al menos, de parecerlo.
lunes, 28 de septiembre de 2015
Et in Arcadia ego
"Tras la muerte de Jorge de Cueto, su esposa e hijos trasladaron su domicilio a la calle Alta y Baja, concretamente a una casa situada en el conocido popularmente como 'Rincón de las Beatas'. Este lugar se encuentra entre los muros del antiguo colegio de niñas huérfanas de San Ildefonso, hoy denominado San Luis, y la casa número 1 de la Calle Baja".
Eso leía Sir A., distrayendo su tiempo durante la hora de guardia. Parecía entregado con afán a la catalogación de libros, cuando cayó en sus manos un ejemplar titulado "Las Cuetas" y lo abrió con desgana por una página al azar. Cuántas veces había deambulado él por aquel pasaje, por ese escalón urbanístico irreverente, por ese desafío a Hipodamo de Mileto, volviendo a su casa, una manzana más baja y más allá de la mía, escuchando atento el griterío de los niños del San Luis que se desgañitaban entre juegos a la hora del recreo. Todo era parte de lo mismo, jugar, aprender, libros, balones, esculturas religiosas, leer,... Todo en la naturaleza lee lo que la propia naturaleza escribe. No es una artificio, sino una transposición de la materia a símbolo, de la parábola de la pelota que busca portería a la curva del vuelo de las aves migratorias y otoñales, de la onda voluminosa de la talla barroca de una Inmaculada Concepción a la filigrana de la caligrafía en la firma de Doña Josefa de Cueto, del haz de luz del proyector del aula a la sombra tenebrista del Rincón de las Beatas. Et in Arcadia ego.
viernes, 24 de julio de 2015
NICANOR PARRA
jueves, 23 de julio de 2015
SONETO JUBILOSO E IMPERFECTO
PARA ASÍ COMPONER UN GRAN CUARTETO
EL TERCERO AQUÍ LLEGA CELEBRANDO
QUE ESTE CUARTO DE ROSA VA REPLETO
QUE ASTROS FAVORABLES ME ILUMINEN
CON LA LUZ PURA Y CLARA QUE DESTELLA
SOBRE LOS QUE LOGRASTE QUE CAMINEN
POR LA FÍSICA ESPARCIDA DE TU ESTRELLA
COMO DEDO AL ANILLO DOS ANTONIOS
QUE ESTE PAR ES SIMPAR Y ES EXPONENTE
VAN DANDO CUMPLIMIENTO A ESTE TERCETO
DEL INCA MONTILLANO TESTIMONIOS
METÁFORA LOS CUATRO MUY VALIENTE
CÜÁDRUPLES VECTORES DE UN SONETO
miércoles, 27 de mayo de 2015
Duelos, quebrantos y hamburguesas
De una manera u otra, lo tengo entretenido buscándome, pues lo solicito, sin que él lo advierta, a través de Sir A., al que poco a poco vais conociendo.
Me he acordado de él, si es que es memoria lo que me va quedando, porque ayer o antes de ayer (no tengo horologio que mida el tiempo ni clepsidra que inquiete mi ataraxia) advertí sobre el suelo de la sala un pliego del periódico (suele vendérselo los domingos a Sir A.) que se había separado, por mano del destino, del resto de sus desencuadernadas planas, y en ella me fijé en un nombre propio que me devolvió nostálgico a mi época y a aquel genio de las letras que ahora todos ensalzáis (bueno, no todos) y pocos leéis, con el que comparto cierto honor a modo de aniversario: 'Del Quijote a la hamburguesa', rezaba el título del artículo, en tanto que el copete hablaba de 'retrato de la realidad' y 'reconversión para el futuro'. Nunca he degustado una hamburguesa, apenas he llegado a olfatearla, si es que estas asociaciones de ideas y sensaciones sutilísimas pueden llegar a sustituir al olfato, alguna vez que otra, cuando los vecinos de la calle de al lado, que lleva nombre de mi gran patria chica, les da por imitar en casa a lo que dicen que es un emporio de algo llamado 'comida rápida o basura'.
Como me veo imposibilitado de entender qué tiene que ver aquel personaje literario con esta forma de alimentación tan curiosa, os recomiendo el siguiente artículo.
Mal de muchos,... barbas en remojo
20 letras por segundo |
lunes, 25 de mayo de 2015
Contra la escritura...
Tablillas de arcilla, de cera, papiro, pergamino, códices, imprenta, incunables, facsímiles, libro de bolsillo, notebook, e-book, tablet,... |
Hoy lo llamaríais democratización cultural. Parece que existe una corriente de pensamiento contra el hecho de que muchos lean y escriban y que, a falta de argumentos razonables y convincentes, se inventan una idea muy extendida entre la aristocracia intelectual de que lo extenso no puede ser profundo, de que los muchos no pueden sino ser superficiales y vulgares. No somos ni mejores ni peores que los hombres de las cavernas, ni más humanos ni más salvajes que los ciudadanos atenienses que forjaron la democracia, ni más cultos ni menos filósofos que los humanistas del Renacimiento, ni más ilustrados ni menos radicales que los enciclopedistas o los revolucionarios franceses, ni más ni menos humanos que cualquier humano anterior o posterior, sólo estamos en una fase de la historia, en un estadio del progreso, bien sea este lineal, parabólico, ondulante o cíclico, sólo somos resultado de un pasado y punto de partida de un futuro y tenemos que aprovechar el tiempo que nos ha tocado vivir, el que han construido las generaciones anteriores y el que tenemos que legar a las venideras en las mejores condiciones posibles.
domingo, 24 de mayo de 2015
Maneras de escribir
Raúl Zurita víctima de Pinochet y del Parkinson |
Algunos han escrito con zumo de limón, otros con tinta invisible; hay quien con forma de caligrama, mientras los espías lo hacían con sistemas criptográficos.
Como los materiales de escritura tuvieron un precio prohibitivo durante muchos siglos, se reaprovechaban los pergaminos como palimpsestos.
Ovidio escribía lo de 'mille modi Veneris' en su Ars Amandi y acabó en el exilio.
En Grecia la escritura bustrófedon imitaba el ir y venir del arado tras la yunta.
En Mesopotamia se estilaba lo cuneiforme, en el Egipto faraónico el jeroglífico.
Un hominído dejó impresa la huella de su mano impregnada en pigmentos naturales sobre la roca de algún cobijo paleolítico.
sábado, 23 de mayo de 2015
"Los ojos del hermano eterno"
Stephan Zweig y su inquietante bigote |
Virata es un héroe que nos ofrece respuestas a todas estas preguntas y a algunas más por la mano de Stephan Zweig, un romántico tan moderno que parece imposible que el siglo XIX pueda convivir con el XX de una manera tan brillante; un experto en la psicología humana, especialmente en la femenina, que desarrolla un prosa con un ritmo envolvente y que potenciando la sensibilidad al máximo nunca se aproxima a la cursilería, pues su fuerza narrativa es tal que jamás cede ni en los momentos en que cualquier otra se licuaría.
Este escritor alemán que parecía francés duerme un sueño eterno y voluntario junto a su amante sobre un tablero de ajedrez que se dibuja en su última casa de alquiler en Petrópolis.
miércoles, 13 de mayo de 2015
DIME ADIÓS, QUE ME VOY
Soy incapaz de moverme, tan sólo continúo mirando embelesado la fina cortina blanca que filtra una suave luz proveniente de una farola en la calle y que ilumina parte de la bien amueblada, pero aún así vacía, habitación donde duermo noche tras noche."
Así comienza (soy testigo de ello) uno de los relatos ganadores de los premios del Día del Libro en nuestro centro. Lo vi colgado de un hilo de sedal que normalmente sirve para sujetar cuadros de alguna exposición, que diría mi amigo Músorgski (lo conocí casualmente hace ya casi dos siglos en Pskov, cuando él era tan sólo un mocoso y asistió casualmente a una misa en la Santísima Trinidad).
Esta descripción en primera persona, entre aséptica y sentimental, de un personaje moribundo nos lleva a ese instante, al segundo instante definitivo en la vida de un ser vivo (el primero es el momento del nacimiento, o quizás de la concepción, este dilema nos llevaría mucho tiempo y esfuerzo, además de alguna fuerte polémica, dilucidarlo).
Sin duda, el breve pero intenso relato tiene momentos tan brillantes como tristes, pero es la frase final la que resulta más convincente. No os la perdáis.
viernes, 8 de mayo de 2015
84, Charing Cross Road
Helen Hanff |
domingo, 3 de mayo de 2015
RES PUBLICA LITTERARUM
Quizá no fue exactamente eso lo que dijo M., tal vez me he adornado un tanto (que él me perdone).'Se llama La República de las Letras', añadió para reforzar la endeble memoria de Sir A., que últimamente empezaba a creerse en brazos del Alzheimer, como un Argan moleriesco, si existe este adjetivo.Sir A. repitió lentamente el nombre de la librería-enoteca-cafetería-etc., pues todo ello brindaba el local, según le explicó M.
Así que Sir A., snob y diletante donde los haya, se preguntó en su perfecta ignorancia (deseosa -eso sí- de conocer) a qué le sonaba tal título. Se respondió que a IKEA o al Quijote, tanto da, que hoy todos 'vivimos revolcaos / en un merengue / y en un mismo lodo / todos manoseaos', sabios y lerdos, vivos y difuntos, materia y espíritu.
Posiblemente el noble sin título, preocupado por su desconocimiento supino, haya indagado algo al respecto (ya podéis imaginarlo: existe un mundo nuevo, paralelo al que vivís, virtual lo llamáis, ¡si Colón levantara la cabeza. si Huxley abriera los ojos!) en esos trastos que os vampirizan de continuo. Seguramente, haya descubierto algo al respecto, algo que ahora cree saber, porque cree haberlo encontrado, algo respecto a un tal Marc Fumaroli, algo sobre una sociedad de sabios humanistas del Renacimiento y, más tarde, barrocos (cómo os gustan las categorías históricas convencionales, como si el tiempo pudiérais dividirlos en tramos, igual que en la paradoja de Aquiles y la tortuga, ay Zenón, qué cosas). No me cabe duda de que ahora mismo estará escribiendo algo al respecto, sintiéndose importante, a pesar de reconocer su inmensa infamia (tanta como para merecer, pensaba entre la fiebre de autoestima que le atacaba esta tarde, ser insertado por Borges en su obra como un segundo impostor inverosímil); reconocerla sí, pero sólo para sí mismo; reconocerla sí, pero no confesarla,...
A no ser que su conciencia sea la misma que la mía y que sus palabras sean tan virtuales como reales.
ESTRELLA INVITADA: María Roldán Eugenio
viernes, 1 de mayo de 2015
La orfebrería de Gabo
Debajo de la imagen y por sus alrededores corre el arroyo de un artículo firmado en México (no conozco a la familia del redactor por parte de madre, de origen germano, supongo).
Gabo corrigiendo la galerada de Cien años de soledad. |
Así, con precisión de relojero, Gabriel deja caer una fina lluvia de mejoras sobre una obra que ya él sabía magna, una novela que marcaría un hito en la Literatura Universal con mayúsculas y que lo llevaría junto a los clásicos con esas maneras humildes con que se dejaba cantar 'Las mañanitas' por su octogésimo séptimo cumpleaños.
Hace poco lo vi deambulando por aquí, porque todos nosotros estamos en todas las bibliotecas, incluso en las más humildes y perdidas de este vertiginoso y torrencial mundo que el ser humano cree haber construido.
miércoles, 29 de abril de 2015
REBECA
Ah, a propósito. Daphne de Maurier también escribió una novela titulada 'Los pájaros', ¿os suena?
¡3 x 2: oferta del día!
cada cual con si kirie eleison.
sábado, 25 de abril de 2015
El Día del Libro en el Inca
viernes, 24 de abril de 2015
Leer os hará libres
Pero también, ¿y por qué no?, el ama y la sobrina de don Quijote.
jueves, 23 de abril de 2015
La imagen del Inca
¿El día de qué?
Lo siento, pero ya sabréis que no disfruto de los mismo sentidos que vosotros. No soy un ectoplasma, pero tampoco poseo las cinco vías de percepción que tuve en mi momento. Ahora todo son opacas sombras (no de Grey, precisamente) y murmullos sordos (a palabras necias, ya se sabe).
En fin, me han venido a la mente (que es de lo poco que me va quedando, y esto a un nivel casi espiritual) las palabras de ciertos sabios que, a lo largo de estos siglos en los que vengo faltando cuando pasan lista, no dejan de merodear por los vericuetos de mi ausencia tan presente. Y de esas palabras he escogido las siguientes:
miércoles, 22 de abril de 2015
Locos lectores
martes, 21 de abril de 2015
Un viaje de cuento
Salva Rodríguez con su bici por Siberia |
DISFRUTEN, SI LES APETECE !!!
Todo está en los libros
Tengo la extraña sensación de que todos se agolpan ante mis letras y que todas esas letras mías fueran las de todos, las de todos los tiempos y lugares, las de todos los alfabetos y lenguajes, las que todos los seres humanos de la historia hubieran escrito o grabado, transmitido y borrado a lo largo de los siglos y a lo ancho de todos los países y regiones, estados e imperios, reinos y repúblicas. Se arremolinan ante mí mensajes, símbolos y señales, códigos y frecuencias, brailles, morses y nubes de humo entrelazadas o dispersas. Toda la información que nuestra raza ha generado durante milenios, toda la que ha llegado de un emisor a un receptor, pero también la voluntad de lo que se ha perdido y, en su irrealidad latente, quisiera poder ser de alguna manera inexpresable.
Un laberinto de obras personales y universales que se amontonan en los estantes que se adhieren a las paredes que conforman unas salas que se dan paso las unas a las otras, forjando un laberinto que conserva y protege, que defiende y ofende, que rechaza a la vez a los curiosos y a los malvados, a los impuros que se ríen, que gritan penitenciagite sin saber muy bien lo que dicen, lo que saben, lo que hacen, lo que son.
Un laberinto de ideas y de pasiones que todos los poetas se empeñan en aunar ahora, en una red inextricable, soplando con el silbo de la brisa que recorre los pasillos de este dédalo sin tiempo ni fronteras. Qué bien lo describió García Márquez al final de un siglo solitario repleto de personajes que en sí mismos son también los símbolos de una época, si no de la humanidad entera.
viernes, 17 de abril de 2015
Caín y Abel
Estudié en mi adolescencia un uso antiguo, romano, que se llamaba la damnatio memoriae: por lo aprendido, creo que ocurría cuando un emperador malvado era derrocado; entonces, quien ocupaba el poder ordenaba derogar las leyes dictadas por el tirano, borrar todas las inscripciones de los monumentos conmemorativos, decapitar sus estatuas antes divinizadas y. a cambio, redactar nuevas normas, esculpir nuevos epígrafes y sustituir las testas marmóreas, destinadas a la cal, del antiguo dominus por las del nuevo pater patriae.
Y así seguimos, no hemos aprendido nada. Seguimos siendo maniqueos sin remedio, Caínes y Abeles que de vez en cuando cambian sus roles y revisan la historia para reescribirla al gusto del mejor postor. Nunca podré ponerme en la piel del otro, la piel que no habito.
jueves, 16 de abril de 2015
El tambor ha dejado de sonar.
domingo, 5 de abril de 2015
Insomnes
También me han contado que existe una ciudad que nunca duerme y que alguien cantaba esa insomne cualidad urbana con voz eterna. Nunca llegué a conocerla. En la época en que yo vivía entre vosotros, recibía el nombre de Nueva Angulema y las malas lenguas contaban que un holandés compró por allí una isla a los indígenas por un puñado de abalorios diez años después de mi muerte o lo que fuera ese tránsito que me trajo hasta vosotros.
Ahora yo tampoco puedo cerrar mis ojos y desconectar un rato, o dar una cabezada o echar una siestecita. A propósito, ¿sabéis de dónde procede la palabra siesta? Resulta que la vida cotidiana de los romanos comenzaba, como es natural, al alba, la hora prima, de modo que al mediodía le llamaban hora sexta, la mejor hora para descansar un ratito. De sexta pasó a nuestra lengua castellana como 'siesta'. Esta costumbre tan castiza como mal interpretada durante muchos años está siendo ahora recomendada por la ciencia médica. Personalmente pienso que este descanso debe ser breve y respetuoso con el latín: una especie de siesta del mandarín antes del almuerzo, no esas "con pijama, Padre Nuestro y orinal" que tanto alaba (aunque esté tan muerto y tan vivo como yo) un ilustre compatriota y Premio Nobel. Mirad lo que dice en una de sus obras:
"Tres años me tuvieron encerrado, tres años lentos, largos como la amargura, que si al principio creí que nunca pasarían, después pensé que hablan sido un sueño; tres años trabajando, día a día, en el taller de zapatero del penal; tomando, en los recreos, el sol en el patio, ese sol que tanto agradecía; viendo pasar las horas con el alma anhelante, las horas cuya cuenta -para mi mal- suspendió antes de tiempo mi buen comportamiento."
Y es que, ya lo dicen algunos de los nuestros, la vida es sueño, el sueño es eterno y dormir es, en cierto modo, morir.
sábado, 28 de marzo de 2015
El origen de la familia
-¿A dónde diriges tus pasos por estás soledades, Sir A.?
-Voy en busca del alumno perdido, M. Y, como presiento que mi búsqueda será en vano, me he hecho acompañar para tan desalentador viaje por estos dos compañeros.
-¿De quiénes se trata pues?
-Mira, llevo aquí a maese Nicolás y acá a don Federico.
-Caramba, dos lecturas que hoy pocos frecuentan: llegarás a ser sabio sin darte cuenta.
-No creas, sólo leo estas cosas a salto de mata.
-Ese es el futuro de la filosofía.
Algo me pareció que barruntaba Sir A., pero calló y bajó las escaleras sin añadir palabra. Llevaba un marcapáginas señalando un pasaje de la obra que D. Federico había dedicado a estudiar El origen de la familia. Yo, como ya sabéis, puedo hacer cosas increíbles y aquí está el párrafo que Sir A. tenía seleccionado:
"Pero en ambos casos el matrimonio se funda en la posición social de los contrayentes y, por tanto, siempre es un matrimonio de conveniencia. También en ambos casos este matrimonio de conveniencia se convierte a menudo en la más vil de las prostituciones, a veces por ambas partes, pero mucho más habitualmente en la mujer, que sólo se diferencia de la cortesana ordinaria en que no alquila su cuerpo a ratos, como una asalariada, sino que lo vende de una vez para siempre, como una esclava. A todos los matrimonios de conveniencia se les puede aplicar la frase de Fourier: “Así como en gramática dos negaciones equivalen a una afirmación, de igual manera en la moral conyugal dos prostituciones equivalen a una virtud”.
Entonces, cada uno se encaminó en una dirección distinta que no contraria, como suele ocurrirle a todos los seres humanos si no tienen tendencia al enconamiento. Me pareció que Sir A. rumiaba los siguientes pensamientos:
Realmente mi matrimonio es de conveniencia: pues, sin duda, mi mujer me conviene en tanto que conmigo viene y yo con ella voy, y por eso mi matrimonio es de conveniencia, pero no veo en ello prostitución alguna, tampoco institución ni constitución, sino estación de amor sin penitencia.
Con esto se dio por satisfecho y bajó las escaleras "tan contento, tan gallardo, tan alborozado... que el gozo le reventaba" por sus doloridas coyunturas quincuagenarias.
Muéstrame tus cartas
Quien pensó y escribió estas palabras no puede ser tachado de maquiavélico, por mucho que lo sea. Hay un tono de solemne transición de la tierra al éter, del lodo a lo sublime, de ser un campesino a ser un hombre docto. La imaginería es perfecta, el vestuario digno de eso que vosotros llamáis un óscar. El cielo para este hombre aparentemente humilde, pero que trató a las testas coronadas más representativas de su época, es su biblioteca, donde lo reciben cada tarde sus iguales.
Todos somos lo que creemos ser y lo que los demás ven en nosotros. Somos lo que pensamos y lo que decimos, que no siempre es lo mismo. Los grandes escritores son lo que dicen sus grandes obras, pero también lo que nos muestran sus cartas.
jueves, 26 de marzo de 2015
Comentarios
En mi caso, la cosa funciona de otro modo: la razón se mezcla con las sensaciones sin orden ni concierto y el saber fluye por mi esencia psicosomática de modo indiscernible. De hecho, nunca sabré si sé algo a ciencia cierta, de ahí mi apetito por conocer.
He creído percibir algunos chismorreos, no sé si orales, escritos o sólo pensados por alguien, sobre mi autoría en relación a una obra. Recuerdo vagamente el título: 'Comentarios reales'. Querría eso decir, si hay algo de cierto en esos dimes y diretes, que yo alguna vez comenté algo sobre la realidad con la que convivía, sobre esa realidad que se me escapa tal como la construyo. Y que, no contento con ello, los puse por escrito, es decir, los fijé para la posteridad. Y que, además, alguien tuvo a bien editarlos, imprimirlos y publicarlos. Algún enemigo de mi fama y fortuna, supongo, pues, ¿qué podría comentar yo sobre lo real, si apenas puedo afirmar que existo? Os ruego que, si alguno de vosotros descubriera algo al respecto, me lo hiciera saber por cualquier medio. Os estaría agradecido en grado sumo.
Por otra parte, si yo fuera como vosotros, supongo que me halagaría lo que ha recibido mi sutil autoconsciencia: pues me ha parecido entender que dicen que no tenía mala pluma y que no carecían de interés esos escritos.
miércoles, 25 de marzo de 2015
Ícaros
Recuerdo que, cuando era niño (también yo lo fui seguramente), soñaba lo que sueña cualquier ser humano. Había oído hablar, ya por entonces, de algún loco que creía haber inventado una solución. Incluso había leído mitos y leyendas al respecto.
El hombre siempre había envidiado a las aves. Por eso, seguramente, creó a los ángeles a su imagen y semejanza, pero les añadió alas para cumplir fabulosamente sus imposibles delirios. Ya antes los paganos politeístas tenían a sus ícaros y mercurios. Dioses y hombres se empeñaban en volar: a aquellos se lo concedieron, a éstos los aedos se lo hicieron pagar.
Globos inflamables, quebradizas alas, hélices afiladas como navajas, intentos desesperados, caídas brutales y huesos rotos, nada desanima al ser humano. Como decía el coro de la Antígona de Sófocles: 'Numerosas son las maravillas del mundo; pero, de todas, la más sorprendente es el hombre'.
Si vais a Córdoba por la autovía, justo antes de llegar podréis ver un elegante puente blanco, escultural, llamado de Ibn Firnás. También él, ya en época califal quiso domar el raro aire, las olas del viento, el vértigo de nuestros sueños más profundos.
Puente de Ibn Firnas |
martes, 24 de marzo de 2015
La rebelión de los Titanes
Decía antes un murmullo revolucionario y juvenil, porque parece ser que la juventud per se debe ser revolucionaria, y ay de aquella generación de jóvenes que no lo sea, pues es de esperar que mucho menos se muestre tal cuando sean viejos decrépitos. Sin embargo, a mí me viene ocurriendo lo contrario, fui joven sumiso y ahora, contando siglos, me voy volviendo cada vez más levantisco y la indignación ante tantos desafueros iza en mí cada día más la bandera de la agitación. Nunca es tarde si la revolución es buena.
También calificaba al principio este rumor de doméstico, domesticado debí decir más bien. Me da la impresión, por lo poco que entiendo, de que este sistema acoge, fagocita y asimila aquellos movimientos que pretenden criticarlo desde dentro, es decir, sirviéndose de los cauces que el propio sistema te ofrece y te permite. He escuchado, a lo largo de mi dilatada existencia, decir a gente sabia que al sistema se le combate mejor desde dentro; a otros, en cambio, que el cielo no se toma por consenso, sino por asalto.
Cuidado, estas frases lapidarias quedan muy bien como lemas y a muchos les gustaría apropiarse de ellas. Pero nihil novum sub sole. Podríamos ir dando saltos desde Pablo Iglesias hasta Carlos Marx y de este hasta Hölderling y desde el poeta romántico alemán hasta la mitología griega y nos encontraríamos con los Titanes asaltando el Olimpo en la Teogonía de Hesiodo.
lunes, 23 de marzo de 2015
El día después
domingo, 22 de marzo de 2015
Polling day
Los griegos (los atenienses para ser más exactos) inventaron la democracia, una democracia con muchas restricciones, pues se trataba de una sociedad esclavista y patriarcal. Podríamos pensar que nuestras democracias actuales son muchísimo más avanzadas y tendríamos en parte razón, pero ya sabéis que hay muchas voces que critican nuestro sistema por convivir con una monarquía anacrónica y con una plutocracia rampante que no hace distingo de himnos, banderas, fronteras, ideologías, religiones ni culturas, porque el dinero, el DINERO con mayúsculas, no los tiene.
También los romanos vivieron durante cinco siglos bajo el título de república, la res publica, la cosa del pueblo, y no por ello dejaron de detentar básicamente el poder aquellos patricios, aquella nobleza de sangre devenida de las antiguas familias de los fundadores legendarios de Roma bajo los auspicios de un tal Rómulo; tampoco las siglas SPQR les impidió convertirse en un Imperio con métodos de injerencia internacional que todavía en pleno siglo XXI intentan emular los U.S.A.: hace 2.000 años los capitalistas romanos mercadeaban con vino, aceite, cereales y garum, hoy nos rodean las hamburguesas y los refrescos de cola, la ropa deportiva que nos muestra como verdaderos payasos a nuestros conciudadanos y los distintos aparatos de tecnología punta que sólo sirven para quedarse anticuados antes incluso de quedar inservibles por su diseño de corta duración.
Pero no por eso dejamos de votar a unos representantes (no todos espero) que nos engañan y nos roban, que incumplen sistemáticamente las propuestas de sus programas y que defienden con una dignidad digna de risa todos sus propios errores y chanchullos, mas no los ajenos. Y, aunque llevo toda esta entrada invitándome a mi mismo a no ser pesimista ni aguafiestas, ya veis que me cuesta mucho cumplir esa intención... tanto como a los políticos sus promesas electorales.
El Velo de Maya y el Manifiesto Comunista
Ya lo dijo Marx (y Engels, ¿qué hubiera sido de Carlos sin Federico?) en su Manifiesto Comunista:
" Los burgueses socialistas considerarían ideales las condiciones de vida de la sociedad moderna sin las luchas y los peligros que encierran. Su ideal es la sociedad existente, depurada de los elementos que la corroen y revolucionan: la burguesía sin el proletariado. Es natural que la burguesía se represente el mundo en que gobierna como el mejor de los mundos posibles. El socialismo burgués eleva esta idea consoladora a sistema o semisistema. Y al invitar al proletariado a que lo realice, tomando posesión de la nueva Jerusalén, lo que en realidad exige de él es que se avenga para siempre al actual sistema de sociedad, pero desterrando la deplorable idea que de él se forma".
También ellos creyeron encontrar la respuesta, pero aquí en la tierra, en lo más humilde del hombre, también vaticinaron y, en cierto modo, acertaron; pero también erraron, no vieron venir otros efectos, eran, por lo tanto, creyentes de su propia religión.
viernes, 20 de marzo de 2015
Eclipse
miércoles, 18 de marzo de 2015
Medio siglo
Podría ser yo mismo, si yo mismo fuera ese algo. Podría el terrible Arturo referirse a mí, o a ti si gozas de esa edad magnífica, que defiende también Vargas Llosa en La tía Julia y el escribidor: 'Recordé que, en un momento de nuestra conversación de la víspera en su cubil de Radio Central, el artista había dogmatizado, con fuego, sobre los cincuenta años del hombre. La edad del apogeo cerebral y de la fuerza sensual, decía, de la experiencia digerida. La edad en que se era más deseado por las mujeres y más temido por los hombres. Y había insistido, sospechosamente, en que la vejez era algo "optativo". Deduje que el escriba boliviano tenía cincuenta años y que lo aterraba la vejez: un rayito de debilidad humana en ese espíritu marmóreo.' ¿Quién era ese 'escriba boliviano' que alaba la media centuria con tanto ardor?
martes, 17 de marzo de 2015
Arte del buen vivir
Todos los comienzos son difíciles: pensad en el momento del nacimiento, el recién nacido se ve expulsado del útero de su madre, confortable y cálido, al exterior desconocido y hosco, es un choque brutal. Esto sólo lo supongo, porque yo físicamente no he nacido (o tal vez sí, si la physis incluye este entorno virtual en el que me muevo).
Sea como sea, podríamos convenir en esa dificultad del comienzo de algo. Si es así, si estáis de acuerdo conmigo, también deberíamos acordar que no es menos difícil el final de ese algo: el tránsito. El paso quizás a la nada, si es que de la nada se llegó al ser, quizás a otra esfera, a otro mundo distinto, paralelo o complementario, o religiosamente concluyente, para bien o para mal eterno.
Así que he decidido entreabrir a un amigo nada amigable, según dicen los entendidos. Pero esta disección me ha llevado, bien sea por mi propia voluntad o por una voluntad universal que a todos nos rige, a la página final. Es chocante (a mí al menos así me lo parece), que alguien tan agrio como este 'amigo' titule esta obra El arte del buen vivir, con ese eco resonante al Ars amandi de Ovidio, aquel poeta latino que convertía en verso todo lo que intentaba decir. Ya hablaremos de Ovidio otro día, de sus Metamorfosis y de sus Tristia, pero hoy toca recordar a este alemán, áspero, pesimista y misántropo hasta límites insospechados, que llamaba a su perro 'hombre' cuando el can se portaba mal.
ABIES
Es curiosa la relación del mundo vegetal con la escritura: desde el papiro y el cálamo hasta la pasta de celulosa y la preocupación actual por el reciclaje han pasado siglos, aunque para mí la textura entrelazada por los egipcios y los folios color sepia del progreso sostenible no están tan distantes en el tiempo como para vosotros, felices mortales.
Pero de lo que venía a hablaros hoy no es de los distintos sistemas de escritura a lo largo de la Historia Universal (tema, por lo demás, apasionante donde los haya), sino del programa infórmatico ABIES, Aplicación para la gestión de las Bibliotecas Escolares, desarrollado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y las Comunidades Autónomas para la automatización de la colección de las bibliotecas escolares.
Para informaros mejor podríais consultar el siguiente enlace: ABIES.
CINCO AUTORES CON MARIO: BRAM STOKER
1. BRAM STOKER
Modesto y formal, humilde servidor de otro hombre, ensombrecido por la capa de Drácula.
El irlandés Bram Stoker (1847-1912) es uno de esos autores cuyas criaturas han llegado a ser más célebres que su creador. Drácula, uno de los personajes de ficción que más adaptaciones y actualizaciones ha experimentado, fue moldeado a partir de la leyenda de Vlad Tepes, es decir, Vlad el Empalador, un sanguinario gobernante rumano que se enfrentó a los turcos, combinada con la figura y atuendo del esquelético compositor Franz Listz.
A Stoker le tocó vivir también a la sombra de una celebridad de su tiempo hoy olvidada: Henry Irving, el actor más importante de la era victoriana, director del teatro del Liceo de Londres. Como secretario personal de Irving, las tareas administrativas de Bram Stoker (llevar las cuentas del teatro, organizar las giras de su jefe, responder la correspondencia...) apenas le dejaban tiempo para escribir. De hecho, trabajó en su Drácula durante las vacaciones, a lo largo de siete años, hasta que en 1894 se retiró a un pueblo costero para rematar la novela.
Incluso en la construcción de su más célebre novela, Stoker lució los modales de un secretario: la obra es la recopilación de una serie de cartas, telegramas, noticias de prensa, todas ellas falsas, desde luego, como si el autor se hubiera tomado la molestia de reunir la documentación existente sobre la tenebrosa anécdota de la novela: el conde Drácula decide trasladarse a Londres (recuérdese: el remilgado Londres victoriano), donde el bullicio y la sangre joven corren a sus anchas.
Stoker pidió a Irving que interpretara el papel de Drácula en el montaje teatral sobre su relato que él mismo dirigió y estrenó antes del lanzamiento de la novela. Este constituyó un sonoro fracaso. Y, de hecho, jamás volvió a representarse.
En su tiempo, Drácula provocó división de opiniones. Algunos críticos la calificaron de insufrible y otros consideraron que sus excelencias eran tantas que resultaba imposible que hubiera sido escrita por Bram Stoker, habida cuenta de su exigua trayectoria literaria. Otros la ningunearon por su adscripción a un género considerado menor por los más estirados. Aquellos sobre quienes pese semejante prejuicio deberían animarse a comprobar que Drácula es una de las mejores novelas del siglo xix. En los planes de estudio de nuestros institutos, Flaubert o Dostoievski resultan (merecidamente) ineludibles, pero se suele echar en falta a Bram Stoker, quien, a juicio de Oscar Wilde, fue autor de “la novela más hermosa jamás escrita”.
Pero incluso la muerte del desdichado Stoker fue ensombrecida por otros acontecimientos, pues coincidió con la tragedia del Titanic y apenas apareció en unos pocos obituarios de prensa.